El destino de Poniente se decidirá en mayo

Se acerca la primavera y con ella las alergias, el tiempo cambiante y Juego de Tronos. Parece que la fiebre por esta serie no ha pasado como el invierno, desapercibido. Al revés, ha ido aumentando como las plagas de caminantes blancos en la serie. No es para menos, tras 6 temporadas extendidas en los últimos 8 años parece que el invierno del que tanto hablan nunca se acerca, siendo dicha estación del año el final de la serie, que parece asomar las orejas a partir del 14 de abril.

Pero como toda producción cinematográfica de gran éxito que se precie, se va a estirar como un chicle hasta que se quede sin sabor, quedando una serie de sobremesa que solo destacará por la espectacularidad audiovisual y no por un argumento contundente. Una mala costumbre importada de Hollywood que va a llevar a la serie más reconocida del mundo a permanecer más de 5 años en las parrillas televisivas con una lista interminable de precuelas, de las cuales ya se han anunciado 2.

No digo que esté mal, el servidor que escribe este texto es un aficionado a las sagas que mezclan el folclore medieval con la ficción sacada de los textos de Tolkien, pero pienso que las cosas si son breves son dos veces buenas y la lucha por el trono de hierro ya se ha extendido demasiado. Tanto, que incluso la propia serie se ha desligado de su materia prima, los libros de George R.R. Martin, quien ni siquiera  ha terminado de escribir el quinto libro, en el que supuestamente se deberían de haber basado la quinta y sexta temporada.

No obstante, es innegable que los productores y guionistas están cumpliendo las expectativas de todos los aficionados, aunque no sean del todo fieles a los libros. Un fiel reflejo de ello son las redes sociales las cuales se han llenado de teorías y filtraciones que los fan comienzan a salivar cuando escuchan los primeros acordes de la banda sonora.

Por lo que mientras que los interesados se empapan de la historia de Poniente y recuerdan las desventuras de los personajes de esta mítica serie, yo voy afilando mi espada y desempolvando mi capa, porque aunque el invierno haya pasado, la primavera llega con hordas de caminantes blancos con muy mala leche. 

Adrián Linares

10/04/2019