La eliminación del actual rey de Europa en los octavos de final de la Champions contra el Ajax (segundo equipo de la liga holandesa, una de las peores de todo el mundo) constata que el Real Madrid tiene complicaciones.
Al igual que el Apollo 13 tuvo que suspender el alunizaje por una explosión en el tanque de oxígeno, Los madridistas han perdido las oportunidades de alzarse con un título por la sucesiva falta de “garra”. Una de las características del equipo de Chamartín, en todas las competiciones nacionales como internacionales.
Muchos os preguntaréis cómo un equipo que la temporada pasada ganó su segunda copa de Europa consecutiva y su cuarta en estos últimos 5 años, ha pasado de tenerlo todo a no ganar ni a las chapas.
El equipo en general es el culpable de las derrotas bochornosas que han sufrido esta temporada. Sin embargo el reparto de la culpa es mayor en 3 caras conocidas del vestuario blanco. Empezando por las malas decisiones del técnico Santiago Solari, como suplente de Zinedine Zidane, el hombre que dio al Madrid la undécima, la decimosegunda y la decimotercera.
Entre las grandes cagadas del mister argentino se encuentra la apuesta por la cantera para sustituir al astro luso Cristiano Ronaldo quien marcaba 40 goles por temporada. Por ello Isco Alarcón (ídolo de la afición y poseedor de la magia en sus botas) tuvo que ver impotente desde la grada, como domingo tras domingo los merengues caían derrotados ante equipos recién ascendidos, como el Girona.
Otro de los mayores culpables tiene acento galés y no habla español (después de 5 temporadas). En efecto Gareth Bale, aquel que iba a recoger el estandarte madridista en la ofensiva, liderando el ataque de los blancos. Un tío que no lleva ni 5 goles en toda la temporada, que no se adapta al juego en equipo y que desde luego ni se le espera en el Santiago Bernabéu, donde sonorizan su entrada al campo con silbidos y abucheos.
El último pero no por ellos menos importante, el capitán del equipo, Sergio Ramos que dejó sin organización defensiva a los madridistas ante el Ajax. Por “provocar la segunda tarjeta amarilla” pensando que el partido (que terminó 1-4 a favor del Ajax) se iba a ganar con el menor esfuerzo. Mientras tanto, el 4 fue grabado con su cara de incrédulo en el palco de honor para su propio documental. Ojalá le den el Goya puesto que va a ser el único premio que alce este año, por su esfuerzo y dedicación.
En conclusión, la nave blanca se encuentra a la deriva, sin un entrenador, ni un capitán que la guíe. Pérdida en la oscuridad de una galaxia de la que antes fueron reyes.
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