El próximo 29 de febrero el Dolby Theatre de Los Ángeles acogerá a los actores, directores y reparto nominados al mayor premio de la industria cinematrográfica, los Oscars. Como de costumbre desfilarán los famosos más importantes de Hollywood ataviados de vestidos y smokings de más de miles de euros por la alfombra roja que, en muchos de sus casos, será la entrada al “Olimpo del cine” o como los propios americanos lo llaman al “Hall of Fame”.

La 91 edición de los premios no será tan corriente como los últimos años, puesto que en dicha entrega se ha colado una película de temática superheroíca: Black Panther, que disputará el galardón a mejor película con: Roma, Ha nacido una estrella, Bohemian Rapsody entre otras. Algo que era impensable en los Oscars de mediados de los años XX, donde primaban las historias complejas a los efectos especiales.

Honestamente la película protagonizada por Chadwick Boseman no es más que la típica historia de regreso del héroe que reclama lo que es suyo por derecho, ante un villano genérico que tiene ascendencia real al trono de Wakanda. Es una versión adulterada del Rey León ya que los animales no cantan, se meten puñetazos…

Entonces ¿qué es lo que le hace ser digna de la estatuilla de oro? Muchos podrán pensar que el éxito se traduce en los más de 1000 millones de dólares que dicho film recaudó en taquilla, otros pensarán que los efectos empleados son de los mejores que se han visto en la pantalla grande.

No obstante, ninguna de estas razones son tan excepcionales que no se hallan visto ya en el cine. Es más Vengadores: Infinity War, una película también producida por Marvel, le superó en taquilla y posee la última tecnología de animación implementada.

Pero algo que destaca sobre la demás cinematrografía superheróica es que a través de poderes sobrenaturales Black Panther logra hacer una gran radiografía de la cultura africana, basada en sus creencias sobre la muerte, el culto a los animales que habitan en la sabana, su sociedad dividida en clanes tribales…

Siendo este su gran reclamo para alzarse con la estatuilla de oro, la cinta cuenta además con un reparto íntegramente de etnia afroamericana. lo cual no solo supone la reivindicación del cine de superhéroes como algo más que un mero entretenimiento, sino un reclamo de que las personas de color son iguales o mejores (en este caso) a cualquier otra persona, en una industria en la que siempre han sido dejados de lado.